viernes, 30 de mayo de 2014

Diseñan un sillón para odontólogos sin movilidad en las piernas

El sueño de convertirse en odontólogo es ya posible entre personas
 sin movilidad en las piernas, gracias a una novedosa tecnología
 que controla el pedal del sillón desde un pulsador que el odontólogo
 acciona con la mano pero dejando libertad en parte de los dedos 
para manejar al mismo tiempo otros utensilios.
El sistema, un prototipo que acaba de finalizarse, está siendo ya 
probado con éxito por personas con movilidad reducida en las 
piernas; su desarrollo ha corrido a cargo de un equipo de 
investigadores de la Universidad Europea.

Se trata de una tecnología portátil relativamente ligera, con poco más de un kilogramo de 
peso en su totalidad, y además fácilmente manejable y con la posibilidad de ser incorporado en
 cualquier sillón odontológico.

Así lo ha explicado a EFE uno de sus desarrolladores, el profesor Juan José Escribano Otero, quien
 además es director del Departamento de Informática Automática y Comunicaciones de la
 Universidad Europea, y que junto con el profesor Sergio Bemposta figuran como inventores del
 sistema en la solicitud de patente.

Desde el punto de vista tecnológico, el aparato consta de dos piezas: por un lado, un soporte
 sobre el suelo que actúa sobre el pedal (una especie de cascanueces de aluminio), y por otro, un 
dispositivo desde el que se regula la fuerza y que transporta cómodamente en el bolsillo de su bata 
el profesional, lo que le evita tener que cargar con él en la mano.

Este regulador de la presión es un pequeño dispositivo con forma de petaca que funciona como
 un mando, desde donde se envían las órdenes o señales vía wireless (sin cables) hasta el soporte
 fijado en el pedal.

Su funcionamiento lo acciona el profesional con un pequeño pulsador en la mano retenido
 dentro del guante para que no se le caiga mientras trabaja.

La ventaja del wireless en el envío de señales es que evita la existencia de cables colgando 
entre el dispositivo y el sillón odontólogo “que podrían enredarse con la silla de ruedas”
 del profesional y además “molestar” al paciente, según su creador.

En el caso de la conexión del dispositivo regulador de fuerza con el pulsador se ha tenido que
 recurrir a un cable de escaso grosor que el dentista lleva escondido en la manga de la bata porque
 el wireless habría exigido una fuente de alimentación en el pulsador; eso habría incrementado 
su peso y tamaño en detrimento de la movilidad manual del profesional.

La posibilidad de que el sistema llegara a fabricarse de forma industrial reduciría su precio al 
entorno de los 150 euros; actualmente el coste del prototipo es de unos 1.200 euros.

Fuente: Odontoespacio

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